Rubén de los Santos: “Mi hijo pierde la vida por causa de la inseguridad, desde ese día hasta hoy hubo miles de Gastón”

La frase marca una situación que hace reflexionar, que demuestra que las cosas no cambiaron, que el sistema sigue igual. Este padre, que pasó por todas, e incluso por la política de donde salió “defraudado” mira hacia adentro, y desde las heridas más profundas, siente que aún no se logró el objetivo. Es de recordar que el asesino de Gastón de los Santos, era un delincuente que estaba preso y se había escapado de la Alcaidía. A 21 años del hecho, en el Chaco vuelve a ser ministro de Seguridad el de aquel entonces.

Por Patricia Muñoz

Gastón de los Santos pierde la vida el 3 de diciembre  de 2002 en un hecho de inseguridad, así lo recuerda Rubén de los Santos en una entrevista que concedió a LA VOZ DEL CHACO para hablar de la solidaridad, la resiliencia después de la pérdida, el dolor por la muerte de un hijo.

En la actualidad y desde hace ya 17 años está al frente de la Fundación Gastón de los Santos, un espacio en la zona sur de Resistencia donde los chicos, los jóvenes más vulnerables, encuentran un lugar para no terminar sin sueños. “Voy a seguir trabajando por la comunidad”, afirma y recuerda que esa fue la frase que dijo el día que declararon culpable al asesino de su hijo.

Falta mucho por hacer, la sociedad chaqueña, la dirigencial, no hizo el clic que permita bajar esos índices de inseguridad. Rubén asegura, lo siente, que replicar lo que la Fundación Gastón hace en otras parte de la capital provincial (barrio Toba, Tiro Federal, por nombrar algunos lugares) podrá ayudar a muchos chicos que hoy necesitan un rumbo, que necesitan que alguien le marque otro camino, el de las posibilidades.

Para que eso suceda, y la semilla brote y se expanda a todos los rincones del Chaco hace falta esa solidaridad, esa premisa de replicar con políticas públicas, y porqué no con el apoyo del sector privado, para cambiar la realidad chaqueña.

Una inseguridad que no termina

La entrevista con Rubén se produjo a días de los últimos casos de inseguridad, en donde, al igual que Gastón, perdieron la vida por heridas de arma de fuego en intentos de robo Claudio Codutti y Franco Ferrau.

_¿Qué sentís cuando escuchás los casos Cadutti y Ferrau?

_“Hubo muchos casos, muchísimos casos. Me agarra tristeza, impotencia, bronca. Porque acá las autoridades tienen que escucharnos, porque somos ciudadanos que hemos pasado situaciones tan difíciles en la vida. La depresión y tristeza que me embargó en todos estos años, yo había renunciado a mi trabajo para buscar justicia, lo logré, pero Gastón no volvía. Por qué no hubo prevención, por qué no tomaron medidas para cambiar esta realidad.

En esta parte de la entrevista Rubén se emociona. Muestra su dolor, pero también su fortaleza y las ganas de ser escuchado. Vale la pena que hagas clic.

Le robaron los sueños

Cuando Gastón murió en manos de dos motochorros, uno de ellos conocido como Vampirito, sólo tenía 16 años. Iba a terminar el secundario y su sueño era ser jugador de fútbol profesional. Lo mataron de un tiro en la espalda cuando había ido a comprar una gaseosa en el mes de la Navidad.

Rubén sintió morirse, perdió su trabajo, se encadenó, golpeó puertas, peleó con el sistema, y hasta que vino el juicio y la condena, recién ahí se permitió respirar de nuevo. Enfrentar la vida, encontrar el sentido.

“Gastón pierde la vida por causa de la inseguridad el 3 de diciembre de 2002. En una situación tan triste, porque él había festejado el cumpleaños del hermano más chico, y había ido a comprar una gaseosa con mi sobrino. Se queda en la moto esperando que vuelva, y en eso aparecen dos sujetos que intentan robar al sereno de la cuadra. Gastón estaba hablando con el sereno porque lo conocía, porque era el barrio de su abuela, intentó alejarse del lugar y estos sujetos, uno de ellos, lo mata en el acto con un solo tiro por la espalda».

«Se demoraban esa noche en volver y recibimos un llamado de que algo le pasó a Gastón y entré en una situación de crisis que tuve que ir hasta el lugar y encuentro a mi hijo fallecido, ya sin posibilidad de vida. A todo esto pasaron los días, entramos en una situación desesperante, angustiante, triste, y me entero el día sábado en un medio local gráfico que el asesino de mi hijo era un fugado de la Alcaidía local”, revive Rubén la muerte de su hijo con un dolor que se nota en el aire.

Desidia

“Entré en un malestar tremendo que no podía creer lo que viví, y a partir de ahí, empecé a buscar explicaciones, que alguien me diga por qué este sujeto estaba en su barrio, a siete cuadras de la seccional Novena. Gastón muere a minutos de esa seccional. No hubo un informe, hacía 20 días que este sujeto se había escapado. No había un informe de nadie, entonces eso me preocupó muchísimo y me llevó a preguntar cómo pudieron haber cometido esta negligencia tremenda de que un sujeto de alta peligrosidad esté en la vía pública como si nada”, agrega Rubén.

“Ya no sabía qué hacer, pasaban los días. Lo encuentran al tercer día de haber matado a Gastón , lo llevan detenido, encontraron el arma. Todas las pruebas estaban, tenía un tiro porque el sereno le había pegado en la parte de la ingle. Estaba postrado en su casa, en el mismo domicilio el cual yo señalaba –Paraíso al 3000-. Lo llevan detenido y a los 50 días de haber cometido el hecho grave se volvió a escapar. Esto ya era para nosotros de nuevo retroceder, revivir toda esa situación, de saber que el asesino que mata a Gastón con total impunidad volvió a escaparse. Eso fue el 26 de febrero de 2003 y nadie me dio explicación”, recuerda.

Y sigue: “Me entero por vecinos que fueron a la Alcaidía a visitar a otros presos y me dicen: ´Rubén se escapó el asesino de Gastón’. Y la Policía no informó nuevamente algo que ustedes sí lo hicieron porque yo volqué mi pedido para que puedan investigar. Y resultó que sí, era cierto y pasó un año aproximadamente donde hacíamos marchas de silencio, donde hacíamos muchos reclamos permanentes y nadie hablaba con nosotros. Nadie hablaba conmigo, con la familia. Y tuve que decidir encadenarme en Casa de Gobierno, al año. Exactamente el 22 de febrero de 2004”, rememora y recuerda que el ministro le dijo que “el sujeto estaba en Buenos Aires”.  “Y eso hizo que se ocuparan”. “Estuve 15 días, sacando a la luz todo lo que pasaba», añade.

“Con el dolor a cuesta tuve que salir a buscar al asesino”. “Yo le estaba destapando la falencia tremenda en lo que era la seguridad. Yo solo quería saber porqué lo mataron a Gastón”, las frases que Rubén tiró en la entrevista.

Espacios de contención

Rubén reflexiona sobre estos 21 años donde hubo pros y contras. En esos aparecen la decepción de la política y el sueño de que haya muchas Fundación Gastón esparcidas por todo el Chaco para que los chicos no estén en la calle. Se alejen de las drogas. “Donde nosotros vivimos, detrás de la Soberanía, es una ciudad aparte”, explica y pone como ejemplo la falta, entre otras cuestiones esenciales y servicios, de una comisaría. Toda la zona depende de la dependencia que está en el Santa Inés, por lo que si se requiere de presencia policial, puede llegar a pasar media hora o más.

Rubén de los Santos rearmó su vida, pero el dolor sigue, sin embargo su compromiso con la sociedad hasta el día que Dios disponga que ya no deba estar en este  mundo es sacar a los chicos de la calle. Desde la Fundación  Gastón forjó a grandes deportistas que hoy son reconocidos en artes marciales mixtas (MMA), también profesionales y muchos con oficio, agradecidos por haber encontrado allí su lugar, un camino. Este 2023 pasaron por la Fundación Gastón más de 1500 niños y adolescentes, que hicieron deportes, aprendieron a cocinar, peluquería, música y oficios, además de recibir una merienda y también, de vez en cuando, cada vez más de seguido, un plato de comida, para llevar y compartir en la casa.

“Es muy fácil para los jóvenes caer en la delincuencia y las adicciones. Este espacio es una alternativa”, insiste Rubén y está consciente de que si el Estado está, brinda su apoyo, “los chicos se pueden recuperar”. Aunque reconoce que en la actualidad comienzan a consumir a los 11 años, y con todo lo que ello implica.

Rubén espera obras complementarias para el predio ubicado en avenida Belgrano 3000, las que no se pudieron concretar este 2023 o en años anteriores, como el techado, porque los días de lluvia se suspende todo. El sueño grande es la escuela propia, y la réplica de esta obra solidaria. “Sabemos cómo hacer las cosas, seguiremos golpeando puertas”, dice de los Santos porque muy adentro suyo todavía no pierde la esperanza, y confía de que alguien escuchará, tomará nota y pondrá manos a la obra.

Casi 100 personas hay trabajando en la Fundación “llevando adelante una obra de inclusión social jamás visto en la provincia”, dice con orgullo y recalca el apoyo que recibió del Ministerio de Educación en la era Tete Romero que accedió a las horas cátedras de esos docentes que trabajan  y forman la comunidad Gastón de los Santos que en la actualidad tiene 15 equipos en la Liga Chaqueña de “nuestros niños pobres”, marca sin tapujos. La escuelita arranca desde los 4 años.

Tienen también una cocina modelo, “donde los niños de 4 años están aprendiendo a cocinar, lo mayores también”, cuenta con orgullo.

“Que nos vean”

“Buscamos que las autoridades nos vean, nos acompañen, sepan que todo lo que nos puedan brindar va a ser destinado a la comunidad, no hay otro propósito. Insisto de esta manera porque la inseguridad se puede erradicar así, trabajando socialmente y fuerte en la inclusión”. “Hacemos muchísimas cosas por el que menos tiene, pero el Estado no; muchas veces cuando hemos visto este tipo de hechos que nos dolieron, pregunto cómo no se fijaron en lo que  estábamos haciendo nosotros”, cuestionó. Una pregunta que repitió  varias veces a lo largo de esta entrevista.

Pide un plan estratégico para la Fundación Gastón de los Santos y que se produzca un cambio en la sociedad pobre. “Tenemos cuatro canchas de 11, única en la ciudad de Resistencia, tenemos las canchas chicas, un playón deportivo. Nos faltó un techado para que hagamos las actividades los días de lluvias. Los resultados están a la vista. Como institución queremos seguir marcando un precedente porque  la inseguridad  se erradica de esta manera, con educación, con deporte, con cultura, con formación profesional”, afirma seguro y marca al Estado que es  por ahí donde tiene que ir.

«Soy hasta el día de hoy la sombra de este asesino”

Rubén de los Santos

“Soy persistente y estoy dolorido, porque no se acercaron, no nos vieron”, la frase de Rubén de los Santos que elijo para ir cerrando esta entrevista.

En la actualidad el asesino de Gastón está purgando la pena. Rubén de los Santos hizo que lo traigan al Chaco desde Buenos Aires cuando se escapó una segunda vez antes del juicio: “Y soy hasta el día de hoy la sombra de este asesino”, reconoce. Vampirito, como se lo conoce en la jerga policial, fue condenado a prisión perpetua y hoy está purgando condena en la U7. “Fue el único sujeto de la Alcaidía que pasó a la cárcel porque había problema económicos entre Nación y Provincia, y eso también lo gestioné yo”, citó.

Los niños «contenidos» son el futuro.
Las redes sociales de la Fundación Gastón. Si llegaste hasta acá. Si sos comunidad, funcionario y/o del sector privado, un pequeño granito de arena sacará tuyo sacará a un niño de la calle, ayudará al que esté necesitando una mano.

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