A 22 años del asesinato de su hijo, Rubén De Los Santos destacó el impacto social de la Fundación Gastón

Este 3 de diciembre se cumplen 22 años del asesinato de Gastón De Los Santos, un crimen que marcó un antes y un después en la vida de su padre, Rubén De Los Santos. Desde ese trágico día de 2002, Rubén canalizó su dolor en la creación de la Fundación Gastón, que hoy se erige como un faro de inclusión y oportunidades para los sectores más vulnerables de la ciudad.

En diálogo con 7AM, Rubén recordó el dolor que aún persiste tras la pérdida de su hijo: “se sigue pasando angustia, tristeza… Quizás esto nos da fuerza para seguir haciendo cosas, para que las autoridades comprendan que la inseguridad es uno de los problemas graves que atravesamos”.

La Fundación Gastón se dedica desde hace años a brindar actividades gratuitas para niños, jóvenes y adultos en situación de vulnerabilidad, enfocándose en la educación, el deporte y la contención social. “Lo que hacemos es educar, enseñar y dar herramientas a los chicos para que no terminen en la delincuencia. Lamento que las autoridades no nos hayan acompañado como merecíamos; esto podría haber sido un modelo de gestión para enfrentar los problemas sociales más graves”, expresó.

Actualmente, la Fundación cuenta con alrededor de 1.000 inscriptos semanales en sus actividades y un equipo de 70 personas que trabajan directamente en la institución. Desde 2008, un convenio con el Ministerio de Educación permitió garantizar el pago de los profesores que sostienen las diversas iniciativas.

En este aniversario, Rubén destacó la aprobación de un convenio con el Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos (INSSSEP), la obra social más grande de la provincia. Este acuerdo permitirá que los afiliados y sus hijos puedan acceder gratuitamente a las instalaciones y actividades de la Fundación. “Para nosotros, concretar esto justo hoy es realmente muy valioso. Es un orgullo poder brindarles estas oportunidades”, afirmó.

Pese a los logros alcanzados, Rubén admitió que aún queda mucho por hacer. Sueños como la construcción de una escuela o una residencia para niños vulnerables no han podido concretarse por falta de apoyo gubernamental. Sin embargo, la Fundación sigue adelante, enfrentando desafíos económicos y sociales, pero manteniendo intacto su compromiso de mejorar la calidad de vida en los barrios más postergados.

“Lo único que buscamos es hacer el bien. Nos cuesta muchísimo, pero seguimos trabajando para incluir a todos y que tengan una posibilidad de vida mejor. Eso es lo que nos da fuerzas para seguir”, concluyó Rubén, reafirmando su incansable dedicación a honrar la memoria de su hijo a través de esta obra solidaria.

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